Henry Deutsch de la Meurthe (1846-1919), hijo del industrial Alexandre Deutsch (quien en 1862 había construido en Pantin, cerca de París, la primera refinería de petróleo de Europa), fue un mecenas de la incipiente industria aeronáutica.
Fundó en 1898 la primera asociación aeronáutica de la historia, el Aéro Club de France en Saint-Cloud (París), junto con Ernest Archdeacon (un importante impulsor del esperanto que asistiría al Congreso Internacional celebrado en Barcelona en 1909), Julio Verne y el propio Santos-Dumont, entre otros. En 1909 fundaría también la primera línea aérea francesa, la Compagnie Générale Transaérienne.
En abril de 1900, estableció un premio de 100.000 francos para quien fuera capaz de recorrer el trayecto de ida y vuelta entre el aeródromo de Saint-Cloud y la torre Eiffel (unos 11 kilómetros) en menos de 30 minutos.
A bordo de su dirigible N.º 6, Santos-Dumont logró realizar la hazaña el 19 de octubre de 1901 en 29 minutos y 30 segundos. A causa de la controversia suscitada por la forma de computar el tiempo (el sobrevuelo del jurado o el aterrizaje, que tuvo lugar 70 segundos más tarde), la decisión de concederle el premio se retrasó unas semanas. Cuando finalmente le fue otorgado, Santos-Dumont repartió el importe entre los pobres de París y sus operarios. (Los datos más antiguos consultables en línea en la página del Institut National de la Statistique et des Études Économiques dan, para el año 1908, una equivalencia de 360.000 euros del 2008.)
Un tiempo después, Santos-Dumont comentó a su amigo Louis Cartier la dificultad que suponía cronometrar los tiempos con el reloj de bolsillo mientras manejaba las aeronaves. En 1904, Cartier creó para él un prototipo de reloj de pulsera, el modelo Santos, que comercializaría con gran éxito en 1911.
En 1910, Santos-Dumont empezó a padecer una serie de trastornos que concluyeron en un diagnóstico de esclerosis múltiple. Deprimido por la enfermedad y el uso de los aviones como arma de guerra, se retiró a Brasil. El 23 de julio de 1932, tras conocer la noticia de un bombardeo aéreo en la guerra civil que acaba de estallar en su país, subió a la habitación del hotel en el que se hospedaba en Guarujá y se ahorcó con ayuda de dos corbatas rojas de su época de aeronauta parisino. Sus últimas palabras, dirigidas al ascensorista del hotel, Olympio Peres Munhóz, fueron: «Nunca pensé que mi invento provocaría un derramamiento de sangre entre hermanos. ¿Qué he hecho?».
Los combatientes decretaron una tregua de tres días para desfilar ante su cadáver, en São Paolo. La guerra duró dos meses más.
Fuentes:
HOFFMAN, Paul, Wings of Madness: Alberto Santos-Dumont and the Invention of Flight, Nueva York, Hyperion, 2003.
SANTOS-DUMONT, Alberto, Dans l'air, París, Charpentier et Fasquelle, 1904.