El durbar que tuvo lugar el 12 de diciembre de 1911 superó en fastuosidad a todos los anteriores. Asistieron más de 80.000 personas: unos 10.000 invitados principales, 20.000 soldados (entre ellos, más de un centenar de supervivientes del Gran Motín de 1857), 50.000 espectadores y, por supuesto, los reyes emperadores. El acontecimiento quedó registrado en una de las primeras películas en color de la historia del cine, With Our King and Queen Through India, rodada por Charles Urban (1867-1942) con el sistema Kinemacolor inventado por George Albert Smith (1864-1959). Gracias al cinematógrafo («el moderno elixir de la vida», como fue llamado), Urban realizó ese año una serie de películas sobre la realeza británica que alimentaron eficazmente la causa de la exaltación imperial. Por desgracia, apenas quedan rastros de las producciones hechas con el sistema de colores naturales Kinemacolor. De With Our King and Queen Through India se descubrió en el 2000 un fragmento de unos diez minutos en un archivo estatal de Krasnogorsk (Moscú). Muestra un desfile de tropas que tuvo lugar en Badli-ki-Sarai, después de la ceremonia principal.
Para completar la magnificencia, se le encargó a sir Edward Elgar (1857-1934) la composición de una «mascarada imperial», The Crown of India. De esta obra, Elgar extrajo luego unas partes para crear una suite, la opus 66 [enlace de Spotify].
Saki tampoco quedó al margen de las celebraciones. En el cuento «Himno final» («Recessional»), Clovis Sangrail compone en un baño turco una oda que conmemora el durbar de 1911. El poema se inicia con la dispersión de los asistentes (un recessional es un himno que se canta en la liturgia anglicana mientras el clero y el coro se retiran al final del oficio) y, al parecer, contiene la descripción de un amanecer sobre el río Brahmaputra (y quizá de buena parte de las joyas de la corona imperial):
El Oriente ambarino por la aurora besado,
teñido de amatista y sanguino damasco,
sobre bosques de mangos de un esmeralda tenue
flota en una calima de malva opalescente,
mientras trazos de loros la neblina realzan
de grana, calcedonia y también crisoprasa.
Podemos también tener en cuenta que el poema comparte el mismo título que la oda escrita en 1897 por Rudyard Kipling (1865-1936) con ocasión del sexagésimo aniversario de la coronación de la reina Victoria (1819-1901), el Jubileo de Diamante:
Dios de nuestros padres, de antaño adorado,
Señor del lejano frente de batalla
bajo cuyo poder salvaguardamos
nuestro dominio sobre el pino y la palma.
Señor Dios de las Huestes, no ansies marchar,
para no olvidar, para no olvidar.
Todas estas alusiones no hacen más que reforzar la habitual iconoclasia de Clovis.
Fuentes:
Coronation Durbar, Delhi 1911. Official Directory with maps, Calcuta, Superintendent Government Printing (India), 1911.
MCKERNAN, Luke, «Kinemacolor, royalty and the Delhi Durbar», Film History, 21, 2 (2009).
MUNRO, Hector H. (Saki), Cuentos completos, ed. Juan Gabriel López Guix, Barcelona, Alpha Decay, 2005.
Punch; or The London Charivari, 13 diciembre 1911.